lunes, 17 de noviembre de 2008

Reportaje en Diario Abc Color. Jueves 6 de noviembre.

Grupo que va al rescate histórico
Por Lisandro Cardozo

Integrantes de la Asociación Cultural Manduará, presidida por Fabián Chamorro e integrada entre otros por Eduardo Nakayama, el Arq. Mateo Nakayama, Silvia Páez Monges, María de Lourdes Almada y Carlos Von Horoch, estuvieron en nuestra redacción para presentar el proyecto de rescate del patrimonio histórico, arquitectónico y cultural de la iglesia San Carlos Borromeo, más conocida como las Ruinas de Humaitá.
Silvia Páez explicó que el centro cultural hizo recientemente su presentación oficial en el Museo del Ministerio de Defensa y “ahí expusimos nuestros objetivos y nuestros proyectos en ejecución”.Agregó que “lo primordial para Manduará es el rescate de valores patrióticos y humanos, además de la revisión histórica del Paraguay. El grupo está integrado –apuntó también– por profesionales de distintas carreras, distintos medios incluso del interior y del exterior, pues por medio de la tecnología estamos en comunicación. Semanalmente tenemos reuniones y ahí planificamos charlas, eventos, viajes, etc. Entre nuestros objetivos está interesar y formar a los jóvenes en lo que hacemos, y para ello daremos charlas en las escuelas y los colegios, sobre valores, historia y rescate cultural, desde el año próximo”.Eduardo Nakayama expresó: “Lo que buscamos son el fomento y la difusión de la historia paraguaya, porque somos conscientes del gran vacío cultural que hay en nuestro país y que la formación que reciben no basta. Queremos revitalizar nuestras raíces culturales”.Seguidamente Mateo Nakayama pasó a exhibir un video realizado a partir de fotografías, textos históricos y un relevamiento del lugar, dibujo en 3D de la iglesia que fuera bombardeada despiadadamente por la armada brasileña durante la Guerra Grande, en el recodo del río, a la altura de Humaitá, lugar inexpugnable hasta entonces. Otra de las ideas que presentó el grupo Manduará es la de separar el Día de la Independencia del Día de la Madre, para reivindicar la figura de la mujer con la de Las Residentas y considerarlas de mucha importancia.





Carlos Von Horoch, Fabián Chamorro, Mateo Nakayama, María Almada, Silvia Páez y Eduardo Nakayama.

1 comentario:

Onthestage dijo...

Ya lo expresaba en su momento el célebre W.Churchill “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”. Y no ha perdido actualidad dicha máxima, no por ser emitida por un gran estadista y orador, sino por ser el fallo inexorable del destino de los pueblos. Pero queremos y debemos darle un giro positivo a esta sentencia y en nuestro caso afirmar que debemos conocerla también para poderla repetir.
Obviamente revivir la historia no significa desoir la advertencia de antaño que rezaba, no perturbar el descanso de los desencarnados ni llamar a los muertos.
Revivir la historia es aprehender su lección magistral en los eventos que nos tocan vivir hoy como grupo humano, como un pueblo.
Por que recordar? Porque sólo sabiendo lo que fuimos e hicimos, podremos volverlo a hacer. Porque del recuerdo de nuestra grandeza primigenia sacaremos las fuerzas morales que necesitamos para transitar el duro derrotero que impone la vida moderna. Porque recordar nuestro pasado común nos invita a solidarizarnos con nuestro común proyecto, cual es el engrandecimiento de nuestra patria. Sin divisiones, sin partidos, sin otra bandera que la nacional, como lo fue en un comienzo.
Y que errores debemos evitar? La inútil división entre paraguayos, ese segregacionismo infructuoso que nos tiene estancados ya, más de un siglo. Debemos evitar el error de olvidarnos porqué existe el Paraguay, gracias a qué férreas voluntades se dieron los primeros pasos, a que costo y el porque del sacrificio para subsistir como pueblo libre. Debemos evitar el error de olvidar cuál es nuestro deber hoy para ser dignos de heredar la sublime enseñanza del martirio de nuestros ancestros. Ser como ellos, valientes en lo que nos toca, ellos murieron por la patria y nosotros debemos vivir por ella.
Es por eso que en la historia; que es el proyecto común que tienen los pueblos en el devenir del tiempo, debemos buscar los ejemplos edificantes. Encontrar, al decir de O`leary, “las virtudes pretéritas de nuestro pueblo, su laboriosidad tranquila, su abnegación, su desinterés, su espíritu de sacrificio, su inmenso patriotismo”. Debemos tener en el recuerdo permanente el compromiso que asumimos tácitamente con nuestros próceres, el de vencer o morir!.
Pero en esta época a qué se referirá? Vencer a la ignorancia, al hambre, vencer nuestras locas pasiones, las fronteras mentales que tenemos a causa de poner primero nuestro amor a pequeñas causas partidarias, en vez de la gran causa nacional. Vencernos a nosotros mismos, porque si no, no servimos como paraguayos. Si no podemos hacer el sacrificio de vencer, tenemos que hacer el sacrificio de morir! Ahí está la gran enseñanza de la historia, ahí esta nuestro camino como pueblo, eso nos marcaron los grandes prohombres creadores de nuestra patria. Su sangre vertida por nosotros no fue en vano y exige también, como contraparte, nuestro sacrificio. Y este está hoy en la reconstrucción moral, en los valores que nos identifican, en la reconstrucción de la Identidad Nacional, hoy casi perdida por los embates de la globalización, los íconos publicitarios y los modelos extranjerizantes de una vida fashionable. Y perdida no solo por esto sino porque ante estos, no supimos vencer ni morir.
Por esta magna labor que se proponen los jóvenes de Mandua`ra, un aplauso y los anhelos sinceros de triunfo en sus propósitos, que son los de todos los paraguayos de bien.
Desde ya éxitos y el abrazo sincero de un paraguayo!